Estrategia es tal vez una de las palabras más manoseadas en la sociedad. Por obra y gracia de la pedantería y la banalidad todo se ha vuelto estratégico, al punto de no significar ya nada: planeación, comunicación, modelos, acciones, escuelas, tendencias, labores, todo es estratégico porque se asimila al concepto de lo fundamental, de lo esencial y de lo substancial, y no, ya que eso se asemeja más con el plan, es decir, con la meta. Lo estratégico, pues, se ha vuelto más adjetivo que sustantivo, como si ponerse ese apellido ofreciera un aura especial o una condición superlativa.
Aparte de su significado militar, la estrategia se resume en el hecho simple de buscar caminos para conseguir una meta o para llevar a cabo un plan. Por eso, lo estratégico tiene más que ver con lo creativo, con la posibilidad de ver las cosas y los hechos desde diferentes puntos de vista, con opciones para actuar. En otras palabras, el cómo lo quiero, cómo lo puedo, el cómo lo hago. La estrategia debe tener en cuenta su ámbito o el sitio dónde voy a interactuar. Es por ello que una estrategia exitosa en una sociedad, en una organización, en una empresa, no necesariamente funciona en otra. Debe considerar los recursos, tanto económicos como logísticos y humanos. Finalmente debe considerar las ventajas o desventajas, así como las posibles sinergías que se puedan establecer.
Lo estratégico tiene que ver con los caminos, con los creativo más que con lo fundamental
Un buen ejemplo de estrategia y creatividad es retomar una técnica del cine y de la televisión: el contraplano, que nos permite mediante un movimiento de cámara tener otra perspectiva de una misma escena. Así, si pudiéramos analizar que la historia del descubrimiento de América Latina veremos que nos la contaron desde el barco. Esa historia nos decía que el 12 de octubre de 1592, Cristóbal Colón al mando de tres carabelas llegó a Indias. En la madrugada de ese día uno de los hermanos Pinzón que estaba en el mástil gritó !Tierra!. Fue desde esa perspectiva que nos contaron la historia de nuestro continente. La pregunta es, ¿qué hubiera pasado si esa misma historia nos la hubieran contado con un contraplano, es decir que en vez de gritar tierra, las personas que estaban en la playa hubieran gritado !Barcos! ?
La creatividad y por ende lo estratégico, es una capacidad de todo ser humano, una capacidad que por lo demás se puede motivar y desarrollar. No es cuestión de genios sino más bien una posibilidad humana, una forma, un temperamento, una cantera de estrategias posibles y disponibles para cualquier hombre. La creatividad es algo muy diferente al caos y al desorden. Es la posibilidad de ser y pensar distinto, es la posibilidad de ver lo que otros no son capaces de ver. Hay que partir de la base que no hay nada en el mundo que sea absolutamente absurdo o absolutamente perfecto. Las certezas de hoy necesariamente fueron incertidumbres ayer.
Lo estratégico es dinámico,versátil, es la posibilidad de ser y pensar distinto
Un pensamiento estratégico es por definición dinámico, mudable, versátil, movedizo y hasta discontinuo ya que intenta cambiar las respuestas estereotipadas, las formas de percepción tradicionales. El plan, en cambio, es la meta, el objetivo final,diferente a un sueño o a una utopía, así todas sean expresiones de deseo. La meta es la decisión de llevar a cabo un deseo en un tiempo y un espacio determinado. Es por supuesto, realista, posible, medible, flexible, tiene un plazo y requiere un compromiso y un esfuerzo. Una meta es clara cuando se tiene claro el qué, el quién, el cuándo, el cómo, el por qué y el para qué, en otras palabra, es lo fundamental, pero para poder cumplirla se requieren de caminos ciertos y diversos, es decir de una estrategia.
Basta pues de tanta superchería pseudointelectual y de tanta pose y tanta histeria colectiva...
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